El brutal experimento con ratas de Curt Richter sobre la esperanza

En 1950, Curt Richter, un profesor universitario, condujo un experimento espeluznante con unas ratas para estudiar cuanto tiempo podían sobrevivir antes de ahogarse. Richter publicó su artículo porque había encontrado en las ratas un fenómeno similar al estudiado por Walter Cannon, uno de los fisiólogos más destacados del siglo XX.

En un artículo titulado Muerte vudú, publicado en 1942, Cannon había mencionado varios casos de muertes misteriosassúbitas y aparentemente psicógenas, en varias partes del mundo, que ocurrían durante las 24 horas después de que un individuo violaba alguna regla social o religiosa.

“Un indio brasileño condenado y sentenciado por un supuesto hechicero, indefenso frente a su propia respuesta emocional a este pronunciamiento, falleció en cuestión de horas (…) Una maorí en Nueva Zelanda que se comió una fruta y más tarde se enteró que provenía de un lugar tabú. Al mediodía del día siguiente, murió”.

Revisiones del experimento

Tras una minuciosa revisión de la evidencia, Cannon quedó convencido de la realidad de este fenómeno y se preguntó: “¿Cómo puede un estado de miedo siniestro y persistente acabar con la vida del ser humano?”. Según explicó Richter, Cannon llegó a la conclusión de que la muerte se producía como consecuencia del estado de shock producido por la continua liberación de adrenalina.

Y resaltó que, de ser así, se esperaría que en esas circunstancias los individuos tuvieran, entre otras cosas, la respiración agitada y su corazón latiría cada vez más rápido, “lo que gradualmente lo conducía a un estado de contracción constante y, en última instancia, a la muerte en sístole”. Pero resulta que el estudio de Richter con ratas mostraba todo lo contrario.

Problemas que surgieron durante las pruebas

En su laboratorio en la Universidad John Hopkins, en Baltimore, Richter había metido ratas domesticadas -aquellas que nacen, crecen y mueren en laboratorios- en baldes de vidrio de los que no podían escapar, para observar cuánto tiempo sobrevivían nadando en agua a diferentes temperaturas antes de ahogarse.

Pero había un problema: “A todas las temperaturas, un pequeño número de ratas murió entre 5-10 minutos después de la inmersión, mientras que en algunos casos otras aparentemente no más saludables, nadaron hasta 81 horas”.

Las variaciones eran demasiado grandes para que los resultados fueran significativos. “La solución vino de una inesperada fuente: el hallazgo del fenómeno de la muerte súbita”. ¿Sería que estaba ocurriendo lo que había estudiado Cannon años atrás?.

Es decir que primero tomó una docena de ratas, las puso en unos tarros de cristal, los llenó con agua y observó como se ahogaban. Las jarras eran muy grandes, así que las ratas no podían agarrarse a los lados, o saltar fuera.

De media, dejaban de resistirse tras unos 15 minutos. Pero entonces, Richter le dio un giro a su experimento.

Justo antes de que murieran de cansancio, los investigadores sacaban a las ratas de los frascos, las secaban y las dejaban descansar unos minutos para volver de nuevo a ponerlas dentro para una segunda vuelta. ¿Cuánto tiempo crees que duraron las ratas? ¿Otros 15 minutos? ¿10 minutos? ¿5?, No, 60 horas. No es un error, las ratas nadaron durante 60 horas.

Los resultados del experimento

Los resultados demostraron que tras “salvar” a las ratas justo antes de que se ahogaran hizo que éstas nadaran aproximadamente 240 veces más cuando se las volvía a poner dentro del frasco.

Hubo una rata que nadó durante 81 horas. Sin embargo, la conclusión es que las ratas creyeron que iban a ser rescatadas, y por eso continuaron nadando a un nivel que previamente se pensó que era imposible. Esta historia se suele explicar en psicología positiva como ejemplo de la importancia de la “esperanza y el optimismo”.

Es obvio que la mayoría de gente puede hacer más cuando reciben ánimos o estímulos, y paran o abandonan cuando no tienen esperanza o suficiente apreciación, de esta manera es que el sistema de creencias aplica este factor psicológico de un falso rescate para mantener al rebaño bajo su influencia.

Nacho Velardi
CEO y Redactor de Viajes, Medio ambiente y Deportes. Es creador de contenido en Ilusión Viajera. Además, trabaja en distintos blogs de viajes como Pueblos Asturianos y Viajar.

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