Este argumento de los Terraplanistas sigue vigente y no satisfechos con la idea de que nuestro planeta tiene forma esférica planean realizar un viaje en crucero para llegar al «borde de la Tierra». ¿Lo lograran? o ¿seguirán camino constantemente?.
¿Cómo surge esta idea?
Los terraplanistas sostienen que nuestro planeta tendría forma de disco plano y su borde sería un gran muro de hielo en la Antártida. El cual evitaría que caigamos al vacío o se derramen los océanos. Los organizadores de este crucero son las personas encargadas de la Conferencia Internacional Flat Earth. Desde la organización habrían reunido a 650 personas en Denver, capital de Colorado, y estos habrían abonado la suma de 300 euros para participar de dicha reunión.
Debido a su éxito y gran convocatoria, han dado el siguiente paso organizando este crucero para corroborar su teoría y desterrar la idea de que la tierra sea redonda. Según su teoría, nadie ha podido ir más allá de ese supuesto gran muro de hielo como para atestiguar que este se encontraba allí. Sin embargo, de algo están seguros y es que, nos ayuda a protegernos de todo lo que se pueda encontrar por fuera de él.
Un problema desde base
Los terraplanistas se enfrentan a un problema. Todos los sistemas de navegación basan su tecnología en que la tierra es redonda, por lo que ningún tipo de barco o crucero podría ser utilizado para esta experiencia. «Las cartas náuticas están diseñadas con eso en mente: que la Tierra es redonda» (sic), explica Henk Keijer ex capitán de barco de crucero en una nota realizada por el prestigioso periódico The Guardian.
Otro problema sería el uso del GPS, ya que su sistema se basa en 24 satélites principales que orbitan la Tierra para proporcionar información de posición y navegación. La razón por la cual se utilizan tantos satélites es por la curvatura de la tierra. Si esta fuera plana, solo se necesitarían 3 satélites aproximadamente.
Estas ideas pueden variar en el mundo de los terraplanistas, pero la gran mayoría de estas teorías tienen como base argumentos religiosos. También algunos grupos tienen una característica «especial» y es que no niegan el conocimiento científico, sino que «ponen en duda la legitimidad y la autoridad» de la ciencia oficial.
