El telescopio Webb ha estado captando imágenes de Júpiter y el resultado es sorprendente. Este gigante gaseoso brilla intensamente, pero junto a él, también se han podido captar sus anillos extremadamente débiles, tormentas que han pasado durante los siglos y dos de las 79 lunas.
Júpiter es el planeta más grande del sistema solar y el quinto en orden de lejanía con el Sol, su nombre hace referencia al dios romano Júpiter. Con una superficie de 61.42 miles de millones km² este planeta está rodeado de rayas de nubes arremolinadas.
Júpiter desde el lente Webb
Aunque durante mucho tiempo la nave espacial Juno ha captado imágenes muy buenas de este planeta, ninguna fue tan gráfica como las imágenes obtenidas mediante el telescopio Webb. Gracias a estas imágenes se pueden observar detalles como; la gran mancha roja la cual se trata de una tormenta de alta presión que data de hace cientos de años, y en la cual sus vientos giran en sentido contrario a las agujas del reloj.
Según el informe de la NASA, en las imágenes se puede apreciar las auroras más brillantes del sistema solar sobre los polos norte y sur de Júpiter. Webb también reveló el sistema de anillos oscuros que rodean a este planeta y que serían mucho más débiles que este.
Por fuera de estos anillos, se pueden apreciar dos puntos brillantes que hacen referencia a las lunas Amaltea y Adrastea. Lo increíble de estas fotografías es que se puede apreciar a Júpiter como nunca antes. Además, se puede ver todo lo que está a su alrededor; pequeños satélites y hasta galaxias lejanas.
Las capacidades del Telescopio Webb
«Aunque ya hemos visto muchas de estas características en Júpiter, las longitudes de onda infrarrojas del JWST nos dan una nueva perspectiva» (sic), explica Imke de Pater, profesora emérita de la Universidad de California, Berkeley.
Este telescopio recolecta la luz infrarroja, una onda no visible para el ojo humano, y que puede atravesar el gas y el polvo que de otro modo oscurecerian la luz. Para que estas imágenes sean visibles para el ojo humano, se ha traducido al espectro visible y así poder captar sus características. Se espera que este telescopio opere durante unos 20 años o más. Actualmente se encuentra fijado en un punto celeste que está a 1,5 millones de kilómetros de distancia observando objetos cercanos y luces más distantes del universo.