¿Qué es el LHC? Su papel en la ciencia

El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) representa una epopeya de la ciencia moderna, situado en las profundidades de la frontera entre Suiza y Francia. Operado por el CERN, este gigantesco acelerador de partículas, con sus 27 kilómetros de circunferencia, desafía los límites de la exploración científica. ¿Qué es el LHC? Concebido como una hazaña de la ingeniería, el LHC es mucho más que una mera estructura física; es el epicentro de la búsqueda humana por comprender los secretos más íntimos del universo.

Con el propósito de estudiar las partículas subatómicas en colisiones a velocidades insondables, este coloso científico ha abierto las puertas a un reino de descubrimientos sin precedentes. Desde el histórico hallazgo del bosón de Higgs en 2012 hasta sus continuas exploraciones en busca de nuevas partículas y fenómenos, el LHC sigue siendo un faro de innovación, colaboración internacional y avance científico. Su legado perdurará mucho más allá de sus confines físicos, alimentando la curiosidad y la comprensión de generaciones venideras.

¿Qué es el LHC?

El Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) es el acelerador de partículas más grande y potente del mundo, ubicado cerca de Ginebra, en la frontera entre Suiza y Francia. Operado por el CERN (Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire u Organización Europea para la Investigación Nuclear), el LHC es un anillo subterráneo de 27 kilómetros de circunferencia y aproximadamente 100 metros de profundidad. Su diseño es una impresionante hazaña de la ingeniería moderna y es uno de los proyectos científicos más ambiciosos de la historia reciente.

El propósito del LHC es estudiar las partículas subatómicas resultantes de colisiones a velocidades cercanas a la de la luz. Los experimentos en el LHC buscan respuestas sobre el origen y la composición de la materia y las fuerzas fundamentales que gobiernan el universo. Los científicos hacen chocar protones y otros tipos de partículas en el acelerador para observar cómo interactúan y se transforman. Uno de los logros más significativos del LHC fue el descubrimiento del bosón de Higgs en 2012, que confirmó una pieza clave del Modelo Estándar de la física de partículas y brindó una visión importante sobre el origen de la masa.

Créditos: CERN

Funcionamiento del LHC

El LHC utiliza dos haces de partículas de alta energía que viajan en direcciones opuestas dentro de tubos de haz separados, mantenidos en ultra alto vacío. Los haces son guiados por campos magnéticos generados por electroimanes superconductores. Estos imanes están compuestos por cables eléctricos especiales que funcionan en estado superconductor, permitiendo el paso eficiente de la electricidad sin resistencia ni pérdida de energía. Para mantener la superconductividad, los imanes deben enfriarse a -271.3 °C, más fríos que el espacio exterior.

Desde la inyección hasta la colisión

El proceso comienza con la inyección de haces de protones desde un acelerador lineal hacia el anillo principal. Los haces son acelerados progresivamente mediante estructuras especiales y, una vez alcanzada una velocidad cercana a la de la luz, colisionan en cuatro puntos del anillo donde se ubican los principales detectores de partículas: ATLAS, CMS, ALICE y LHCb. Cada uno de estos detectores tiene un propósito específico y registra las partículas resultantes de las colisiones.

El LHC utiliza miles de imanes para dirigir los haces alrededor del anillo. Entre ellos, se encuentran 1,232 imanes dipolares de 15 metros de longitud, que curvan los haces, y 392 imanes cuadrupolares, de 5 a 7 metros de longitud, que enfocan los haces. Justo antes de la colisión, un tipo diferente de imán «aprieta» las partículas para aumentar las posibilidades de colisión, logrando que dos haces diminutos se encuentren con una precisión similar a disparar dos agujas desde 10 kilómetros de distancia y hacerlas chocar a mitad de camino.

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Créditos: CERN

Impacto en la física y en la ciencia

El LHC ha tenido un impacto significativo en la física y en la ciencia en general. Los experimentos realizados en el LHC han proporcionado información valiosa sobre las partículas fundamentales y sus interacciones. El descubrimiento del bosón de Higgs en 2012 fue un hito histórico que validó la teoría de Peter Higgs y otros científicos sobre el mecanismo de Higgs, que explica cómo las partículas adquieren masa.

Los experimentos en el LHC han llevado a una mayor comprensión del universo, incluidas las propiedades de otras partículas fundamentales y las fuerzas que actúan sobre ellas. Además, el LHC ha estimulado investigaciones sobre fenómenos como la materia oscura y la energía oscura, que constituyen una gran parte del universo, pero cuya naturaleza sigue siendo misteriosa.

El LHC también ha impulsado el desarrollo de nuevas tecnologías. Los avances en detectores de partículas y otras áreas de la investigación han dado lugar a innovaciones que benefician campos como la medicina, la informática y la ingeniería. Por ejemplo, los detectores de partículas han llevado a mejoras en técnicas médicas, como la tomografía por emisión de positrones (PET), y el procesamiento de grandes cantidades de datos ha impulsado el desarrollo de algoritmos y sistemas de análisis de datos.

Créditos: CERN

El futuro del LHC y la física de partículas

El LHC está diseñado para funcionar durante al menos 15 años, con múltiples fases de operación y periodos de mantenimiento y actualización. Desde su inauguración en 2008, el LHC ha pasado por varias fases de operación y actualizaciones. Durante su primera fase de operación de 2009 a 2013, el LHC se actualizó durante una parada en 2013-2015, con el objetivo de aumentar su energía de colisión a 14 TeV (teraelectronvoltios). En su segunda fase de operación de 2015 a 2018, el LHC alcanzó energías de colisión de 13 TeV y logró recopilar grandes cantidades de datos.

La tercera fase de operación del LHC comenzó en 2022, después de una segunda parada para actualizaciones y mantenimiento de 2018 a 2022. Durante esta fase, el LHC sigue aumentando la luminosidad, que es la medida del número de colisiones potenciales por unidad de superficie y tiempo, permitiendo recopilar datos aún más precisos. El futuro del LHC y la física de partículas es prometedor. Los científicos esperan obtener datos suficientes para profundizar en el conocimiento del universo y descubrir nuevas partículas y fenómenos. Además, el LHC sigue inspirando la colaboración internacional y fomentando la innovación en tecnología y ciencia.


El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) es una obra maestra de la ingeniería y la ciencia que ha cambiado el rumbo de la física para siempre. Su capacidad para hacer colisionar partículas a energías sin precedentes ha permitido a los científicos obtener una comprensión más profunda de la materia y las leyes que rigen el universo. Gracias a los avances logrados en el LHC, los físicos continúan explorando los misterios del universo y abriendo nuevos horizontes en la física y la ciencia en general.

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