En México, la tradición de tener aves en casa ha perdurado a lo largo de generaciones. Las psitácidas, que incluyen a papagayos, guacamayas, loros y cotorras, son parte de la vida cotidiana en los hogares mexicanos. Sin embargo, detrás de esta práctica común se esconde un oscuro mercado ilegal que abre un interrogante a saber si está permitida la venta de animales exóticos. Lamentablemente, esto amenaza la biodiversidad y pone en peligro a estas coloridas y exóticas especies
En este artículo te mostraremos a cuanto se venden los loros en el mercado ilegal de México, pero también, las consecuencias que esta práctica tiene para las especies y el ecosistema en general. Un análisis crítico de esta tradición permitirá reflexionar sobre la responsabilidad compartida de preservar la riqueza natural de México y cuestionar si la posesión de estos cautivadores seres alados justifica su impacto en la vida silvestre.
Loros codiciados, de generación en generación
El loro de cabeza amarilla y el loro gris son particularmente codiciados por su cautivador repertorio de palabras. La tradición de tener estas aves en casa ha pasado de padres a hijos, proporcionando compañía a las familias. Pero, según Erick Torales, director de la Asociación Civil Guerreros de Nauhtlán, hay mucho más que la gente desconoce y necesita cambiar.
Comprar cotorras ilegales por mil pesos en la carretera no solo perpetúa la captura indiscriminada de estas aves, sino que también alimenta el tráfico de especies en peligro de extinción. Por cada loro cachete amarillo, capturado en rancherías de Misantla, Nautla y Vega de Alatorre, se fomenta una práctica que amenaza su supervivencia.
Tragedia en el traslado: 70% de Mortalidad
El comercio ilegal implica el traslado precario de las aves, escondidas en cajas o incluso en botellas de Coca Cola de tres litros. Esta travesía, que puede durar horas, tiene consecuencias devastadoras, con un estimado del 70% de las aves muriendo en el camino. Una tragedia que se traduce en un alto costo ambiental para satisfacer el deseo de tener loros como mascotas.
Precio de los loros en el mercado ilegal de México
En el mercado ilegal de loros en México, nos encontramos con un fenómeno donde el exotismo de las especies dicta los precios. En esta variada y cautivadora escena, las majestuosas guacamayas rojas (Ara macao) y las elegantes Amazonas se posicionan como las joyas más codiciadas, alcanzando un asombroso precio promedio de 382 dólares en el mercado clandestino.
La guacamaya roja, con sus vivos colores y llamativos plumajes, se convierte en un tesoro que despierta el interés de aquellos dispuestos a pagar una suma considerable por la singularidad de esta especie. Sin embargo, para aquellos con presupuestos más modestos o que buscan iniciar su errónea travesía en la tenencia de loros, opciones más comunes se encuentran disponibles a partir de 62 dólares.
Este mercado clandestino refleja una realidad donde la rareza y la exclusividad impulsan los precios, dejando entrever una cadena de comercio que, aunque está prohibida, continúa operando en las sombras. Descubrir el precio de estos cautivadores compañeros emplumados no solo revela la dimensión económica de esta práctica, sino también sus consecuencias para la fauna silvestre y el ecosistema en su conjunto.
La lucha por la conciencia: talleres y acciones legales
Organizaciones como Guerreros de Nauhtlán luchan no solo por la protección de estas aves, sino también por concientizar a la población. A través de talleres, buscan explicar el ciclo de vida de las cotorras y loros, haciendo hincapié en que estas aves están destinadas a volar y no a estar encerradas en jaulas. Además, destacan que esta práctica es ilegal y puede llevar a consecuencias legales, incluso la cárcel.
A pesar de la resistencia arraigada en las costumbres, la necesidad de un cambio es evidente. Ver a las cotorritas volando libres en su hábitat natural debería ser más apreciado que verlas anémicas y descoloridas en una jaula. El llamado es a respetar la vida silvestre y a contribuir a la preservación de estas especies, antes de que se pierdan para siempre en el oscuro mercado ilegal de loros en México.