La ginebra, un destilado que ha perdurado a lo largo de los siglos, ha experimentado un renacimiento en popularidad gracias al auge del gin-tonic. Sin embargo, explorar las raíces de este elixir revela una historia fascinante que se remonta a sus modestos comienzos. La ginebra inicialmente se utilizaba con fines medicinales antes de evolucionar hacia una bebida apreciada por sus cualidades aromáticas y su sabor único. Para saber de qué está hecha la ginebra y cómo se hace, analizaremos el proceso de elaboración, que involucra la destilación de alcohol neutro con bayas de enebro y otras hierbas y especias.
Todo esto le confiere su distintivo sabor herbal y especiado. Está claro que la ginebra ha evolucionado, desde sus raíces modestas hasta convertirse en un elemento fundamental en la coctelería contemporánea. Las destilerías modernas han perfeccionado el proceso de producción, incorporando ingredientes botánicos seleccionados cuidadosamente para lograr perfiles de sabor más complejos.
Desde la ginebra seca hasta las variedades de sabores más intrincadas, el mundo de la ginebra ofrece una amplia gama de opciones. A medida que los expertos en coctelería y los amantes de la bebida exploran nuevas combinaciones y experiencias sensoriales, la ginebra continúa su legado, fusionando la tradición con la innovación en cada sorbo.
Origen de la ginebra
Para descubrir los orígenes, nos transportamos a la Holanda del Siglo XVII, donde un boticario llamado Leiden buscó transformar una ginebra de mal gusto y baja calidad. Al mezclarla con bayas de enebro, nació la jenever, un término neerlandés que significa enebro, y que se adaptó al español como ginebra. A finales del siglo XVII, los soldados ingleses, intrigados por los efectos de esta bebida en la población local, llevaron la receta a Inglaterra. La bebida fue rápidamente adoptada, convirtiéndose en la bebida nacional por excelencia en el siglo XVIII.
Holandesa y Británica
Debido a su complejo proceso de producción, la ginebra puede variar significativamente en sabor. Dos variantes principales, la holandesa y la británica, definen esta diversidad. La ginebra holandesa, también conocida como geneva, genever o hollands, se elabora con un tercio de malta fermentada y diversos alcoholes de baja graduación. Tras su destilación y la adición de aromatizantes, se obtiene una bebida con una graduación del 45%, destacando el sabor a grano.
En contraste, la ginebra británica, conocida como gin, dry gin o London dry, se produce de manera diferente. Se parte de malta y cereales fermentados, rectificados con alcoholes de alta graduación para difuminar su sabor. Después de reducirse con agua y mezclarse con aromatizantes, se somete a una segunda destilación, alcanzando una graduación cercana al 45%. Cada marca agrega sus propios saborizantes, como fresas, coriandro, anís, cardamomo o limón.
Cómo se hace y de qué está hecha la ginebra
La elaboración de la ginebra es un proceso fascinante que combina precisión, tradición y un toque de magia alquímica. Comienza con la obtención de un alcohol neutro de alta graduación, que se logra a través de la fermentación de materiales ricos en azúcares, como cereales, caña de azúcar o uvas. Luego, este alcohol se somete a una cuidadosa destilación para separarlo del agua y otros componentes, asegurando una pureza óptima.
Una vez obtenido el alcohol base, comienza la verdadera alquimia: la aromatización. Aquí es donde entran en juego los ingredientes botánicos, desde el enebro hasta una variedad de especias, hierbas y cítricos, que se maceran e infusionan en el alcohol para crear la característica complejidad de sabores de la ginebra. Después de una segunda destilación para capturar y concentrar esos sabores, la ginebra resultante se diluye con agua para alcanzar la graduación alcohólica deseada antes de ser embotellada y lista para ser disfrutada en cócteles clásicos o innovadores.
Con cada paso meticuloso, la ginebra cobra vida como una obra maestra destilada, lista para deleitar los sentidos de los conocedores y aficionados por igual. Desde la selección de los botánicos hasta la destilación final, cada aspecto del proceso de elaboración de la ginebra es una celebración del arte y la ciencia de la destilación, con el objetivo final de crear una bebida que sea tanto un tributo a la tradición como una expresión única de creatividad y habilidad artesanal.
Más que una bebida, un placer
Aunque la ginebra puede disfrutarse sola, su verdadera esencia se revela cuando se mezcla con otras bebidas. Según una encuesta de Imbibe, la ginebra ocupa el octavo lugar entre las bebidas consumidas solas. Su versatilidad la convierte en un componente esencial en cócteles. La tónica es su compañera por excelencia, pero cócteles como el Tom Collins o el Gibson encuentran en la ginebra su base perfecta, realzando sus sabores y virtudes.
En el siglo XVIII, el Gin no solo era un deleite para el paladar, sino también un remedio. Los soldados ingleses la llevaron a Inglaterra como un antídoto contra la peste bubónica, mezclándola con quinina para combatir la malaria. Hoy en día, la ginebra continúa siendo una presencia en el mundo de la salud, aunque en un contexto más festivo y menos medicinal.
Filipinas al frente del mercado global
En la actualidad, Filipinas emerge como el principal consumidor mundial de ginebra, con un asombroso 43% de la producción global. La Ginebra San Miguel lidera este próspero mercado, despachando 22 millones de cajas anuales a una población de más de 90 millones de habitantes. Otros países consumidores destacados incluyen al Reino Unido, Estados Unidos y, por supuesto, España.
El gin ha dejado su huella en la cultura, desde ser la preferida durante la Ley Seca hasta ser la elección fatal del autor Francis Scott Fitzgerald. Esta bebida, que dio origen al célebre gin-tonic, ha sido un testigo silencioso de épocas y eventos históricos. Al igual que también existe el tequila rosa y deslumbra con su sabor, la ginebra cautiva paladares desde la destilación casera en Londres hasta los excesos del escritor de El Gran Gatsby.
En conclusión, se erige como una bebida llena de historia, diversidad y versatilidad. Su evolución desde la jenever holandesa hasta la gin británica refleja la creatividad y adaptabilidad de esta bebida espirituosa. La ginebra es un viaje que va más allá del proceso de destilación y se sumerge en la rica narrativa que ha convertido a esta bebida en un elemento esencial en la cultura y mixología global.