La detección temprana de amenazas es un componente esencial para la protección de la infraestructura digital y la integridad de los datos de una organización. ¿De qué se trata la detección temprana de amenazas? Se trata de identificar ciberamenazas de manera rápida y efectiva, a través de una combinación de análisis manual y automatizado, para proporcionar una defensa más sólida contra los ataques cibernéticos. En este artículo, exploramos las diferentes metodologías y herramientas para la detección temprana de amenazas, así como las diferencias entre la detección y la inteligencia sobre amenazas.
Al utilizar metodologías de detección estructurada, no estructurada y situacional, junto con herramientas avanzadas de ciberseguridad, las organizaciones pueden fortalecer su defensa y estar mejor preparadas para enfrentar los desafíos de la seguridad digital. La combinación de detección temprana de amenazas y la inteligencia sobre amenazas permite a las organizaciones mantenerse alerta ante el panorama en constante evolución de los ataques cibernéticos y proteger su infraestructura, datos y reputación de manera efectiva.
Indicadores de ataque (IoA) y compromiso (IoC)
El proceso de detección de amenazas involucra la búsqueda de indicadores de ataque (IoA) y de compromiso (IoC). Los IoA son acciones específicas o series de acciones que un atacante debe realizar para completar con éxito un ataque. Estos incluyen, por ejemplo, engañar a un usuario para que abra un correo electrónico de phishing, haga clic en un enlace malicioso o descargue malware. Al identificar estos comportamientos, las organizaciones pueden entender las tácticas y procedimientos de los atacantes y preparar una defensa proactiva contra ellos.
Por otro lado, los IoC son pruebas de actividad maliciosa, como anomalías en el tráfico de red, inicios de sesión sospechosos o cambios inesperados en archivos de nivel administrativo. Estos indicadores son vitales para identificar posibles amenazas y tomar medidas preventivas adecuadas. La detección de estos indicadores sugiere que una organización ha sido comprometida, lo que resulta crucial para los procesos de detección reactivos.
Metodologías de detección de amenazas
Existen tres categorías principales de procedimientos de detección de amenazas que varían según las necesidades de una organización: detección estructurada, detección no estructurada y detección situacional.
Detección estructurada
La detección estructurada se basa en la identificación y análisis de comportamientos y tácticas específicas de los atacantes mediante un modelo de detección basado en hipótesis. Este enfoque permite a las organizaciones anticiparse a los ataques al identificar patrones de comportamiento de los ciberatacantes, utilizando recursos como el marco MITRE ATT&CK. El objetivo principal de esta metodología es localizar proactivamente comportamientos de atacantes antes de que se produzcan ataques contra una organización.
Detección no estructurada
La detección no estructurada se activa cuando se descubren IoC, lo que sugiere actividad maliciosa reciente o pasada. En este sentido, este método se basa en la detección reactiva y utiliza datos suministrados por plataformas de intercambio de información, como direcciones IP, nombres de dominio y valores hash, para investigar vulnerabilidades existentes en la infraestructura y sistemas de una organización.
Detección situacional
La detección situacional, también conocida como detección impulsada por entidades, se centra en proteger sistemas, activos, cuentas o datos específicos que pueden estar en riesgo. Por ejemplo, una cuenta con privilegios de administrador es más vulnerable a ciberataques que una cuenta con menos privilegios, ya que tiene acceso a datos y sistemas más confidenciales. La detección situacional utiliza un modelo personalizado de detección de amenazas para asegurar los objetivos de alto riesgo y comprender las amenazas a las que están expuestos.
Herramientas de detección de amenazas
Las herramientas de detección de amenazas modernas ayudan a automatizar y agilizar el proceso de investigación, permitiendo a las organizaciones mantenerse al día con los ataques cibernéticos. Algunas de las herramientas más comunes incluyen:
- Administración de eventos e información de seguridad (SIEM): Las soluciones de SIEM ofrecen una visión integral de la actividad de seguridad de una organización, proporcionando agregación de datos de registro, supervisión de alertas, análisis de incidentes de seguridad y generación de informes de cumplimiento. Estas soluciones facilitan el monitoreo continuo y la respuesta rápida a eventos sospechosos.
- Detección y respuesta gestionadas (MDR): Los servicios MDR son una forma de centro de operaciones de seguridad (SOC) gestionado que realiza un seguimiento continuo de la actividad de la red, genera alertas, investiga amenazas potenciales y ayuda a solucionar incidentes de seguridad. Los servicios MDR ofrecen análisis avanzados, eliminan falsos positivos y proporcionan asistencia para responder a amenazas reales.
- Análisis de comportamiento de usuarios y entidades (UEBA): Las soluciones UEBA analizan el comportamiento de usuarios y entidades para detectar y analizar anomalías en los sistemas de una organización. Establecen una línea base de comportamiento normal y alertan sobre desviaciones que podrían indicar actividad sospechosa o maliciosa.
Detección de amenazas frente a inteligencia sobre amenazas
Aunque la detección de amenazas se centra en identificar y analizar comportamientos de atacantes y posibles amenazas a las que se enfrenta una organización, la inteligencia sobre amenazas implica la recopilación y análisis de datos sobre ciberataques, tanto pasados como potenciales. En consecuencia, estos datos suelen compilarse en bases de datos especializadas que las organizaciones pueden utilizar para actualizar sus procesos de detección de amenazas y mejorar su seguridad.
Mientras que la detección de amenazas se asemeja a una investigación en la escena del crimen, donde se examina el comportamiento del atacante y la posible amenaza, la inteligencia sobre amenazas es similar a las pruebas encontradas en esa escena. En otras palabras, la inteligencia sobre amenazas proporciona información valiosa para el desarrollo de estrategias defensivas más efectivas.