¿Cómo funciona el método de las escuelas Montessori?

A finales del siglo XIX y principios del XX, la educadora y médica italiana Maria Montessori introdujo un paradigma educativo pionero conocido como el Método Montessori. Este enfoque revolucionario se basa en la premisa fundamental de liberar el potencial innato de cada niño a través de un ambiente estructurado y centrado en el respeto hacia la autonomía y el ritmo individual de aprendizaje. El funcionamiento de las escuelas Montessori se caracteriza por entornos de aprendizaje diseñados cuidadosamente, donde los niños tienen libertad para elegir sus actividades dentro de límites establecidos por el educador.

Los salones de clases Montessori están equipados con materiales didácticos específicos y manipulativos que fomentan la exploración, la concentración y el aprendizaje práctico. Este enfoque fomenta la independencia, la autoestima y la habilidad para resolver problemas desde una edad temprana. La individualización del aprendizaje y la integración de actividades prácticas cultivan un amor por el aprendizaje y promueven el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.

Un enfoque centrado en el niño

En el núcleo del Método Montessori yace la idea fundamental de dar énfasis a la actividad dirigida por el niño. Maria Montessori abogó por una observación clínica minuciosa por parte de los maestros, con el objetivo de adaptar el entorno de aprendizaje a cada nivel de desarrollo infantil. La escuela, bajo esta perspectiva, no es simplemente un lugar donde se transmiten conocimientos. Es un espacio donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollan a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.

El intuitivo método Montessori

La inspiración de Montessori para crear el método

Los cimientos del Método Montessori fueron establecidos por María Montessori mientras trabajaba con niños pobres en un barrio de Roma y con niños discapacitados en un hospital. Su enfoque inicial estaba destinado a los marginados por la sociedad, y fue testigo de progresos notables gracias a su pedagogía. Esto llevó a la comprensión de que su método no solo era aplicable a estos grupos, sino que podía beneficiar a todos los niños. Su libro, «El método Montessori,» publicado en 1912, se convirtió en un texto seminal en la educación moderna.

El impacto biográfico de María Montessori

La vida de María Montessori, nacida el 31 de agosto de 1870, reflejaba una personalidad atípica para su época. Aunque inicialmente aspiraba a ser ingeniera, su descubrimiento del interés por la biología humana marcó el rumbo de su carrera. Su enfoque de investigación se centró en la situación de los niños en preescolar, y su perspectiva, fundamentalmente médica pero también humanista, sentó las bases de su trabajo pedagógico.

María Montessori, a través de su institución, introdujo un enfoque pedagógico hacia los niños, priorizando la intervención educativa sobre la médica. Trabajó con niños de asilos y aquellos considerados «ineducables,» demostrando que su método no solo era efectivo, sino que también permitía a los estudiantes aprobar los exámenes de las escuelas públicas.

Herramientas del método Montessori

Funcionamiento de las escuelas Montessori

Al ofrecer un ambiente que valora la curiosidad natural y el juego creativo, las escuelas Montessori han ganado reconocimiento por nutrir no solo el conocimiento académico, sino también la autodisciplina y el amor por el aprendizaje a lo largo de la vida en los niños. El funcionamiento de las escuelas Montessori se convierte en un modelo que destaca la importancia de respetar y nutrir la individualidad de cada niño para potenciar su desarrollo holístico.

  1. El impacto del movimiento en el aprendizaje: El Método Montessori reconoce que el movimiento es fundamental para el aprendizaje. La actividad física significativa mejora la retención de conceptos, y el uso de las manos sirve como un canal efectivo para transmitir información al cerebro.
  2. Elección y control percibido: La autonomía en la elección y el control percibido son esenciales en el aprendizaje Montessori. Cuando los niños pueden escoger lo que quieren aprender y supervisar su propio progreso, el aprendizaje se vuelve más profundo y accesible.
  3. Motivación intrínseca sobre premios externos: El Método Montessori enfatiza la motivación intrínseca como motor del aprendizaje. A diferencia de los premios y la motivación extrínseca, la motivación interna impulsa positivamente el proceso educativo.
  4. Aprendizaje entre compañeros: La colaboración entre compañeros es una herramienta poderosa en el Método Montessori. El diálogo entre estudiantes facilita la comprensión y el intercambio de conocimientos, beneficiando tanto al que aprende como al que enseña.
  5. Contextos significativos de aprendizaje del método Montessori: El Método Montessori aborda cualquier tema académico de manera significativa, intensificando la comprensión. Al conectar el aprendizaje con experiencias relevantes, se fortalece la asimilación de conocimientos.
  6. Desarrollo de funciones ejecutivas: La educación Montessori se centra en el desarrollo de funciones ejecutivas como la planificación, la toma de decisiones y la autoconciencia. La práctica activa de estas habilidades es fundamental para el crecimiento integral del estudiante.
  7. El rol del orden en el entorno: El Método Montessori reconoce que el orden en el entorno físico y temporal contribuye a construir un cerebro organizado. Un entorno estructurado facilita un aprendizaje más efectivo.

El Método Montessori no solo es un enfoque educativo, sino un compromiso con el desarrollo integral de los niños. Desde su origen inspirador hasta su implementación práctica, este método sigue siendo una fuerza transformadora en el panorama educativo global. María Montessori dejó un legado duradero, y su método continúa influyendo positivamente en la manera en que vemos y nutrimos el potencial de cada niño.

Leonardo Linares
Redactor de Ciencia. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Buenos Aires.

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