¿Para qué se usa la constelación de la Osa mayor?

El cielo nocturno siempre ha sido objeto de fascinación y misterio para la humanidad. Entre las numerosas constelaciones que adornan la bóveda celeste, la Osa Mayor destaca como un asterismo distintivo. Pero, ¿para qué se usa la Osa Mayor? La realidad es que ha sido utilizada a lo largo de la historia como una herramienta de orientación. Para encontrar la Estrella Polar, por ejemplo, uno puede trazar una línea imaginaria desde las dos estrellas que forman el extremo del «cucharón» de la Osa Mayor y prolongarla hasta que alcance la Estrella Polar en la constelación de la Osa Menor.

Este antiguo método de navegación ha sido invaluable para viajeros y navegantes, proporcionando una referencia constante en el firmamento. La Osa Mayor, además de ser una guía celestial, también alberga algunos datos curiosos. Sus estrellas, aunque parecen estar próximas entre sí desde nuestra perspectiva en la Tierra, están ubicadas a diferentes distancias en el espacio.

Esta agrupación estelar ha inspirado mitos y leyendas en diversas culturas a lo largo de la historia, y su presencia en el cielo ha sido un faro tanto para la orientación práctica como para la inspiración artística y mitológica. Así, la Osa Mayor continúa siendo una fuente de asombro y conexión entre el cielo y la Tierra, desvelando secretos cósmicos mientras guía nuestros viajes nocturnos.

¿Cómo se usa la osa mayor para encontrar la estrella polar?

Para muchos, la búsqueda de la Estrella Polar, también conocida como Polaris o la Estrella del Norte, puede parecer un desafío. Sin embargo, la respuesta se encuentra en un patrón bien conocido: la Osa Mayor. Utilizando un truco astrológico, las dos estrellas más externas en el cuenco de la Osa Mayor, Dubhe y Merak, sirven como guías precisas hacia la Estrella Polar, también apodadas «The Pointers». Este método no solo facilita la localización de la Estrella Polar, sino que también tiene una rica historia ligada a la navegación y la superstición.

El papel crucial de la osa mayor en la navegación

En épocas pasadas, la Constelación era esencial para la supervivencia de los marineros. Dependían de las «Pointers» para orientarse, ya que señalaban directamente hacia la Estrella Polar, ofreciendo una guía constante en medio de los océanos. Además de su utilidad práctica, avistar la Osa Mayor se consideraba un presagio de buena suerte para los navegantes. Los exploradores, al igual que los marineros, aprendieron a utilizar este asterismo para encontrar la dirección norte, asegurando así sus travesías por tierras desconocidas.

Marzo: el mes óptimo para contemplar la constelación

Para los entusiastas de la observación del cielo nocturno, marzo es un mes especialmente propicio. En esta temporada, las siete estrellas que conforman la Osa Mayor ascienden en el cielo, iluminando el horizonte nororiental al anochecer. Es importante destacar que la Osa Mayor no es una constelación en sí misma, sino un asterismo, un patrón reconocible de estrellas en la bóveda celeste.

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La Estrella Polar, no tan brillante pero siempre presente

Contrariamente a la creencia popular, la Estrella Polar no es la más brillante del cielo nocturno. Clasificada como de segunda magnitud, su brillo moderado no impide que se destaque en un cielo oscuro. Lo fascinante de la Estrella Polar es que, a diferencia de otras estrellas que aparecen en el este y se ocultan en el oeste, permanece fija en el cielo del norte. Esta peculiaridad la convierte en un punto de referencia confiable y constante para aquellos que buscan orientarse en la vastedad estelar.

La Osa Mayor y la Menor alrededor de la estrella polar

La Tierra, en constante movimiento, permite avistar la Osa Mayor y su vecina, la Osa Menor, alrededor de la Estrella Polar. Desde el Hemisferio Norte, ambas constelaciones giran continuamente sobre el horizonte norte, proporcionando un espectáculo celestial constante. En latitudes cercanas al paralelo 35, como el mar Mediterráneo, se puede disfrutar de la presencia de la Osa Mayor en cualquier momento del año, siempre que el cielo esté despejado.

Datos curiosos sobre la constelación y su mitología

Aunque muchos están familiarizados con la Osa Mayor, es crucial aclarar que no es una constelación por derecho propio. Este conjunto de estrellas forma parte de la tercera constelación más grande del cielo nocturno, la Osa Mayor. Las siete estrellas que componen la Osa Mayor, también conocidas como «el cucharón», representan la cola excepcionalmente larga de un oso en la mitología griega.

La historia mitológica de la Osa Mayor está vinculada a la figura de Calisto, una hermosa ninfa y cazadora amada por Zeus. Por celos, Hera, esposa de Zeus, transformó a Calisto en un oso, condenándola a vagar por el bosque. El hijo de Calisto, Arcas, se convirtió en un cazador y, sin saber la verdadera identidad del oso, persiguió a su propia madre. Zeus intervino, elevando a Calisto por la cola hacia el cielo, creando así la larga cola de la Osa Mayor en el firmamento. Distintas versiones de este mito explican la presencia perpetua de la Osa Mayor en el cielo, girando alrededor de la Estrella Polar.


La Osa Mayor no solo ofrece una guía práctica para localizar la Estrella Polar, sino que también encierra una fascinante historia mitológica. Ya sea por su utilidad en la navegación o su presencia constante en el cielo nocturno, la Osa Mayor continúa capturando la imaginación de aquellos que miran hacia las estrellas. La próxima vez que observes el cielo en una noche despejada, recuerda buscar la Osa Mayor y dejarte llevar por la maravilla de su danza estelar en la vastedad cósmica.

Leonardo Linares
Redactor de Ciencia. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Buenos Aires.

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