Cuando el sacerdote Cesáreo Gabaráin escribía los versos de la canción «Señor, me has mirado a los ojos», no se refería al candor de Jesucristo hacia sus feligreses, sino a la fantasía (hecha realidad) de tener NIÑOS desnudos frente a su cama del monasterio.
Así lo revela una investigación, retomada este martes por el diario El País, donde se precisa que el también compositor VIOL.0 a, por lo menos, 356 alumnos de escuelas Maristas a lo largo de su vida, según denuncias oficiales interpuestas ante la Justicia Española. Ellos, hincados; él, sonriendo… pronunciando sus nombres.
Entonces nos encontramos con que estrofas del tipo «siendo niño te recé; con mis besos te decía que te amaba” o “yo quiero abandonarme en tus brazos, señor” y “yo quiero hacer tu voluntad; dime qué hacer, señor”, adquieren, definitivamente, otro sentido.
Se calcula que el 80% de las canciones que entonan las y los mexicanos cuando asisten a Misa fueron compuestas por Cesáreo Gabaráin, a quien se le atribuyen unos 500 éxitos litúrgicos como «Tú has venido a la orilla».
El cura fue prelado personal del Papa Juan Pablo II, desde 1979 hasta su muerte (en 1991), y ha sido el único sacerdote en la historia de la humanidad en recibir el premio «Disco de Oro». Para pensarse la próxima vez que cantemos sobre el pescador de hombres que, en realidad, era cazador de niños.
Texto de: Juan Pablo Arredondo | Fuente: El País