El «pozo del infierno», hoy en día, es una de las formaciones naturales que más llaman la atención en el planeta. Está ubicado en Yemen, en la provincia oriental de Al-Mahra, y tiene aproximadamente unos 30 metros de ancho por 112 de profundidad.
El nombre oficial de este es pozo o agujero de Barhout, durante siglos causó temor en los habitantes, ya que hay muchas leyendas de hechos paranormales que lo incluyen. En el mes de junio, las autoridades yemenís confirmaron que era desconocido que había dentro del pozo y aseguraron que tiene millones de años de antigüedad.
Descenso al Pozo del Infierno
En la actualidad, los expertos espeleólogos del equipo de Exploración de Cuevas de Omán (OCET) están llevando a cabo el primer descenso en la fosa enigmática. En el interior, el equipo encargado del descenso encontró serpientes, una gran cantidad de animales muertos y perlas.
«Encontramos serpientes, pero ellas no te molestan si tu no las molestas», afirmó a la agencia AFP Mohammed al-Kindi, el profesor de geología de la Universidad Tecnológica Alemana de Omán. Además, agregó: «Tuvimos el presentimiento de que este proyecto revelaria una parte de la historia de yemen y una nueva maravilla» (sic).
En el pozo tomaron muestras de agua, tierra, rocas y restos de algunos animales, aunque todavía no ha sido analizada ninguna muestra. Igualmente, Al-Kindi señaló que pronto estarán publicados los resultados de este informe.
Into the 'Well of Hell'.
Driven by their passion to explore the unknown, a team of Omani cavers are believed to be the first to reach the bottom of Yemen's mysterious Well of Barhouthttps://t.co/YfOJAgwypc pic.twitter.com/hLfqEjuW9N
— AFP News Agency (@AFP) September 23, 2021
Hallazgos extraños en el interior
Finalmente, el equipo de investigadores no logró llegar al fondo del pozo. Sin embargo, algunos de los que realizaron el descenso, reconocieron que detectaron algunas «cosas extrañas» en su interior.
El director de la dependencia local encargada de los estudios geológicos y recursos minerales es Salah Babhair. El investigador, que también se internó en el pozo señaló: «Fuimos a ver la zona y entramos en el pozo. Llegamos a descender unos 50-60 metros de profundidad y vimos cosas extrañas y misteriosas en su interior» (sic).
De las leyendas locales que se cuentan, aseguran que en este pozo habitan seres malignos, que recibieron el nombre de «djinns». Esta creencia está en pie desde hace muchas generaciones y así explican, el temor de los locales a esta fosa.