El pez león (Pterois antennata), es una bella criatura de colores brillantes y vistosos, con espinas y aletas espectaculares, pero a la vez venenosas, que a su paso diezma la biodiversidad marina.
María Virginia Escalona, una pescadora submarina venezolana dice: «Al ser un pez invasor, no tiene competidores ni predadores. Las personas que los tenían en acuarios tuvieron que soltarlos porque se comían a otros peces. No podemos erradicarlo, pero sí minimizar su impacto» (sic), es entonces que, su proliferación, pone en peligro ecosistemas marinos del Caribe, el Atlántico occidental y del Mediterráneo.
De donde proviene el Pez León
Es originario de las cálidas aguas del Pacífico sur y el Índico, donde se alimenta de moluscos, invertebrados y pequeños peces. Lamentablemente, ha invadido EE. UU., en el Caribe desde Florida, pasando por México, hasta Brasil y, más recientemente, ha llegado al Mediterráneo.
En 1985, fue localizado el primer ejemplar cerca de Florida. Sin embargo, en 2001 ya había más de 100 ejemplares por hectárea, a lo largo de toda la costa este de los Estados Unidos.
Qué lo convierte en un peligro para otras especies
En primer lugar, se ubica su ciclo de reproducción, siendo capaz de desovar durante todo el año cada dos o tres días. William Álvarez, un pescador submarino, afirma: «Su reproducción es descomunal: 30 mil a 40 mil huevos cada tres o cuatro días. Combatirlo vale el esfuerzo, porque sabes que estás haciéndole un favor al ecosistema, ya que, por cada pez león menos, son miles los pececillos que van a sobrevivir» (sic).
En la actualidad no tiene predadores naturales para mantener controlada su población, cuadruplicando en abundancia, en el Atlántico occidental, a los ejemplares de su zona de origen, acosando y diezmando velozmente a las especies locales.
Por otra parte, su estómago puede expandirse hasta 30 veces su tamaño. Además, la llegada del pez león, produce un gran desequilibrio en el ecosistema, al exterminar prácticamente la fauna marina del lugar. La invasión de este pez al Mediterráneo, está teniendo graves consecuencias para la industria pesquera y el turismo. Esto hace que se activen las alarmas, para erradicar esta amenaza y devolver el equilibrio al ecosistema.
La picadura del Pez León
En cuanto al efecto de la picadura del pez león en los humanos, es exageradamente dolorosa para los seres humanos. Si bien no es mortal, los síntomas que provoca son: náuseas y problemas respiratorios.
La forma de controlar su proliferación
Al no tener predadores naturales en los ecosistemas invadidos, el único que queda es el ser humano. Grupos conservacionistas, establecieron un sistema de caza selectiva, para las especies invasoras.
La Orden Fraternal de Cazadores del Pez León (FOOLS, por sus siglas en inglés), ayuda a los buceadores a reducir de forma segura las poblaciones de peces león. Además, los buceadores deben estar especialmente entrenados, para evitar exponerse al veneno natural del pez león.
En el Caribe se ha creado el «Lionfish Terminator«, un robot exterminador, para pescar a los peces león, de manera remota, en forma selectiva. También, en el Parque Marino de Roatán, en Honduras, alimentan a los tiburones con pez león, para que los escualos adapten su paladar, en un intento para convertirlos en depredadores naturales. En EE.UU. se está fomentando el consumo humano dado que, su carne es muy sabrosa.