En el vibrante tapiz cultural de México, la figura esquelética pero elegante de La Catrina se alza como un emblema icónico del Día de los Muertos, al igual que la Santa Muerte de Tultitlán. «La muerte es democrática, ya que, a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera», proclamó el visionario José Guadalupe Posada, dando vida a esta musa macabra.
En este artículo nos adentraremos en las raíces mitológicas de la Catrina, desvelando su conexión con la diosa azteca Mictecacihuatl, y sigue su evolución desde una crítica social durante el Porfiriato hasta convertirse en un símbolo arraigado en la identidad mexicana. Viajemos por el pasado y presente de este emblema, donde la muerte se viste de elegancia y la tradición cobra vida en el Día de los Muertos.
Los orígenes místicos de La Catrina
La Catrina, un ícono ineludible del Día de los Muertos en México, encuentra sus raíces en la figura azteca Mictecacihuatl, la diosa de la muerte. Mictecacihuatl, según la leyenda, resguardaba los huesos de los difuntos para futuros usos. Este mito ancestral cobra vida en la figura de la Catrina, simbolizando la conexión intrínseca entre la vida y la muerte.
Diego Rivera, el renombrado muralista, bautizó a la Catrina, pero su génesis se atribuye a Posada, quien la llamó inicialmente “La Calavera Garbancera”. Esta sátira mordaz estaba dirigida a los «garbanceros», miembros de la élite que renegaban de sus raíces indígenas. La Catrina nació como una crítica social en tiempos del Porfiriato, periodo de gran injusticia en México.
El Día de los Muertos, hogar de la Catrina
Esta figura emblemática se ha integrado profundamente en las festividades del Día de Muertos. Adorna altares conmemorativos y se manifiesta en las personas que eligen vestirse de Catrinas y Catrines, rindiendo homenaje a sus seres queridos que han cruzado al más allá.
Su significado en la cultura mexicana
El Día de Muertos es una celebración única en México, donde velas, flores, calaveras y rituales especiales llenan las ciudades. La Catrina se convierte en la embajadora de estas festividades, recordándonos que la muerte forma parte integral de la vida.
- La Catrina, entre mitología Azteca y la vida después de la muerte
La mitología azteca, con Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl gobernando el inframundo, influyó en la creación de la Catrina. Mictecacíhuatl, representada como una figura esquelética vestida con elegancia, ha evolucionado hasta convertirse en la imagen icónica de la Catrina actual. - Su evolución de crítica social a identidad nacional
Inicialmente fue una crítica social, pero luego ha evolucionado para convertirse en un símbolo arraigado en la identidad mexicana. Desde la afirmación de Posada de que «la muerte es democrática», la Catrina ha transcendido, recordándonos nuestra propia mortalidad y la importancia de honrar a quienes ya no están. - El legado de Posada, el creador de la Catrina
José Guadalupe Posada, un crítico social durante el Porfiriato, fue el genio detrás de las calaveras que dieron vida a la Catrina. Aunque originalmente destinadas a expresar la realidad social, estas calaveras se han fusionado con las festividades del Día de Muertos. - La Catrina original, la calavera garbancera
Bajo el nombre de ‘La Calavera Garbancera’, la Catrina se mofaba de vendedores de garbanzos que, a pesar de sus raíces indígenas, pretendían una apariencia europea. Este término encapsula la dualidad y las complejidades de la identidad mexicana.
¿Cuál es la vestimenta de La Catrina?
La vestimenta lujosa, con vestidos y sombreros adornados con flores y plumas, es una creación de Posada. Diego Rivera, inspirado en la moda de las clases privilegiadas del Porfiriato, inmortalizó esta imagen en su mural «Una tarde dominical en la Alameda Central». El disfraz de Catrina cobra significado durante las celebraciones del Día de Muertos. Personas de todo México se visten de Catrinas, con maquillajes elaborados que representan la esencia esquelética de una calavera, honrando la muerte con alegría, humor e ironía.
El Catrín: Reflejo de la clase alta del siglo XIX
El término «catrín» definía al hombre elegante de la clase alta. Caricaturizado en periódicos de la época, el catrín acompañaba a la Catrina en sátiras que burlaban el estilo de vida de las clases privilegiadas.
En conclusión, ahora entenderás porqué trasciende su condición de figura esquelética. Es un emblema arraigado en la rica historia, crítica social y celebración de la vida y la muerte en México. Desde sus raíces aztecas hasta su representación moderna, la Catrina persiste como un elemento esencial en la cultura mexicana, recordándonos la inevitable paridad ante la muerte y la importancia de honrar a aquellos que han partido. Con su elegancia macabra, sigue siendo una musa que enciende la llama de la tradición y la memoria.