El J2157, es monstruosamente grande y el de más rápido crecimiento del Universo. Es uno de los agujeros negros más masivos descubiertos, consume gas y polvo, equivalente en masa al sol, y es el más brillante del cosmos. Pesa 34 mil millones de veces la masa de nuestro Sol y comparativamente, para que un agujero negro de la Vía Láctea, alcance su tamaño, debería consumir las tres cuartas partes de las estrellas de nuestra galaxia.
Características del J2157
El quasar, descubierto en la galaxia SMSS J2157, fue bautizado, para abreviar J2157 y observado por primera vez, por Christopher Onken y sus colegas en el 2018. Al principio, su masa se estimó en 20.000 millones de masas solares y su tasa de crecimiento en la mitad de una masa de Sol por día.
Onken, investigador de la Universidad Nacional de Australia, al momento de su descubrimiento le dijo a la Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, lo siguiente: «La masa del agujero negro es 8.000 veces más grande que el que se halla en el centro de la Vía Láctea». Además, agregó: «Si el agujero negro de la Vía Láctea quisiera aumentar esa masa, tendría que tragarse un 66% de las estrellas de nuestra galaxia» (sic).
Estudios más recientes
Para continuar con un estudio más pormenorizado se recurrió al Very Large Telescope de ESO – Chile. Al respecto, el Dr. Fuyan Bian, astrónomo de la ESO dijo: «Sabíamos que estábamos en un agujero negro muy masivo cuando nos dimos cuenta de su rápida tasa de crecimiento» (sic).
Es extremadamente brillante, debido a que esta formado por partículas de gas y polvo que se encuentran alrededor de un agujero negro. Según los investigadores, es de proporciones impresionantes y actúa como un poderoso acelerador de partículas.
Según él, cuánto puede comer un agujero negro depende en gran medida de su tamaño. En este caso, el agujero negro ya es tan grande para empezar, por lo que puede sostener la dieta de un sol al día. El análisis muestra que el agujero negro crece un 1% cada millón de años.
Conclusión
Desde su hallazgo a la fecha, el J2157 ha crecido a un ritmo escalofriante, alcanzando el gigantesco volumen que exhibe en la actualidad y que se incrementa descontroladamente. Afortunadamente, se halla a miles de millones de años luz, por lo que, la influencia gravitacional del J2157, es la que corresponde a cuando tenía tan solo 1200 millones de años (el 10% de su edad actual).
Desde entonces ha ido fusionándose a través de los eones, con otros agujeros negros. Dijo el Dr. Onken: «Con un agujero negro tan enorme, también estamos emocionados de ver qué podemos aprender sobre la galaxia en la que está creciendo» (sic).