Can Mayor: La constelación con la estrella más brillante del cielo

El universo nos regala maravillas que, a menudo, se encuentran a simple vista, pintando el cielo con historias. En este viaje astronómico, nos sumergimos en el encanto de la constelación Canis Maior, también conocida como el Can Mayor. Ubicada en el hemisferio sur, esta constelación ha cautivado a observadores del cielo durante siglos. Conocida por albergar la estrella más brillante de nuestro firmamento, Sirio, el Can Mayor destaca por su prominente presencia y su asociación con diversas leyendas culturales a lo largo de la historia.

Sirio irradia con una luminosidad excepcional y ha sido objeto de admiración en diversas culturas, desde la antigua Grecia hasta las civilizaciones egipcias. En las noches estrelladas, la Constelación Can Mayor se erige como un testamento celestial a la belleza y complejidad del cosmos. Sirio ha sido venerada por su brillo deslumbrante y su conexión con diversas culturas y mitologías. Más allá de su significado mitológico, la Can Mayor sigue siendo una constelación que invita a la contemplación y el asombro, recordándonos la inmensidad y la belleza intrínseca del universo que se extiende sobre nuestras cabezas.

Un vistazo histórico y moderno

Canis Maior comparte su espacio celeste con la constelación del Can Menor, ambas siguiendo los pasos del intrépido cazador Orión. A pesar de residir en el segundo cuadrante del hemisferio sur, su visibilidad es regalada a cualquier observador por debajo de los 60 grados norte, siendo conocida desde tiempos antiguos por la civilización griega. Ptolomeo, en el siglo II después de Cristo, la incluyó entre las 48 constelaciones documentadas, y hoy, forma parte de las 88 constelaciones modernas.

Ocupando un área de 380 grados cuadrados en la esfera celeste, Canis Maior se encuentra en la posición 43 entre las 88 constelaciones modernas, compartiendo fronteras con Unicornio, Liebre, Paloma y Popa.

Mitología de Can Mayor

La mitología griega arroja luz sobre el origen de Canis Maior, tejido con relatos de perros cazadores y paradojas resueltas por los dioses. Un mito común asocia la constelación con uno de los perros de caza de Orión, persiguiendo en el cielo a la liebre representada por la constelación Lepus. Otro mito curioso involucra al perro Lélape, regalo de Zeus a Europa, quien persiguió a la zorra teumesia, creando una constelación única.

Constelación de Canis Maior

Estrellas que pintan el firmamento

Canis Maior destaca no solo por su mitología, sino por las joyas luminosas que alberga. Entre todas, Sirio brilla con intensidad, siendo la estrella más luminosa del firmamento nocturno. Con una magnitud aparente de -1.46, Sirio es una estrella binaria compuesta por Sirio A, una estrella blanca de la secuencia principal, y Sirio B, una enana blanca.

Adhara, la segunda estrella más brillante, también conocida como Épsilon Canis Majoris, nos lleva a las maravillas de la supergigante azul. Con una magnitud aparente de 1.5 y ubicada a 430 años luz, su historia fascina a través de los siglos.

Wezen, Delta Canis Majoris, la tercera en el podio de brillo, nos cautiva con su título de supergigante blanco-amarilla, mientras que Murzim, la cuarta estrella más brillante, nos invita a descubrir el significado de su nombre, «el heraldo».

Aludra, Eta Canis Majoris, la quinta en luminosidad, nos lleva a través de la mitología árabe, ya que su nombre significa «la virgen». Furud, o Zeta Canis Majoris, nos sumerge en el mundo de los solitarios, con su magnitud aparente de 3.02.

Objetos celestiales profundos de el Can Mayor

En el espacio de Canis Maior, el Objeto Messier 41 destaca como un cúmulo abierto que data de 1654. Giovanni Batista Hodierna lo descubrió, revelando más de 100 estrellas, muchas de ellas gigantes rojas, a más de 2300 años luz de nosotros. La galaxia enana del Can Mayor, en el límite de la Vía Láctea, despierta debates científicos sobre su naturaleza. A 25000 años luz de la Tierra y 42000 años luz del centro galáctico, esta galaxia alberga alrededor de 1000 millones de estrellas, incluyendo impresionantes gigantes rojas.

NGC 2207 e IC 2163, dos galaxias espirales en proceso de colisión, capturan nuestra imaginación. A 80 millones de años luz, su danza cósmica revela un futuro fusionado que dará lugar a una nueva galaxia elíptica.


Canis Maior, la constelación del Can Mayor, se erige como un testamento a la asombrosa diversidad y belleza del universo. Desde las estrellas más brillantes hasta los objetos celestiales más lejanos, este rincón sigue inspirando a observadores del cielo, recordándonos la vastedad y misterio del espacio que nos rodea. En cada rincón de Canis Maior, una nueva historia está esperando y continúa asombrándose noche tras noche.

Leonardo Linares
Redactor de Ciencia. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Buenos Aires.

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