Irán: Leyes abusivas imponen el uso del velo y someten la vida de las mujeres a control policial

Imagina que eres una mujer con una vida relativamente normal. Vas en metro o en autobús al trabajo o a la universidad. Quedas con tus amistades. Puedes tener un teléfono inteligente, y te gusta publicar selfies en las redes sociales. A veces, te permites el lujo de pasear por la playa y sentir la brisa del mar agitando tu cabello.

Ahora, imagina que antes de poner un pie en la calle para hacer cualquiera de estas cosas, tienes que pararte a comprobar si llevas el pelo debidamente cubierto con un pañuelo, y te has tapado bien brazos y piernas.

Puede que te parezca exagerado, pero de no hacerlo, las consecuencias podrían ser graves. Sabes que, en cuanto salgas de casa, personas que no conoces analizarán tu cuerpo y tu vestimenta. Encontrarás “controles de moralidad», en los que agentes estatales decidirán si cumples o no el estricto código indumentario que el Estado impone a las mujeres. Si “no pasas” la prueba, es posible que te detengan y, en algunos casos, te torturarán, te encarcelarán o te azotarán.

Por tanto, día tras día, antes de salir de casa, tienes que determinar el grado de peligro al que estás dispuesta a exponerte. ¿Vas a ejercer tu libertad de ponerte lo que quieras, o mejor no te arriesgas, para evitar detenciones, agresiones y la posibilidad de que no te permitan entrar en tu lugar de trabajo ni en la universidad?

El uso del velo en Irán

Puede sonar a relato distópico, pero no lo es. Es la realidad de millones de mujeres y niñas en Irán, donde el Estado ejerce un estricto control sobre su cuerpo.

De conformidad con las leyes sobre uso obligatorio del velo, las mujeres y las niñas —incluidas las de tan sólo siete años—, están obligadas, contra su voluntad, a cubrirse el pelo con un velo. Las que no lo hacen, son consideradas delincuentes por el Estado.

La policía “moral” iraní vigila a toda la población femenina: 40 millones, entre mujeres y niñas. Los agentes conducen por toda la ciudad, y tienen facultades para dar el alto a cualquier mujer y examinar su vestimenta, estudiando detenidamente cuántos mechones de cabello tiene a la vista, la longitud de sus pantalones y su abrigo y la cantidad de maquillaje que lleva.

El castigo por dejarse ver sin velo en público puede ser de detención, pena de prisión, multa o latigazos. Todo eso por el “delito” de ejercer su derecho a llevar puesto lo que quieran.

“En Irán las mujeres deben usar velo obligatoriamente en espacios públicos. Si no lo cumplen, se enfrentan a multas o penas de cárcel.”

Incluso cuando una mujer lleva el cabello cubierto con un velo, puede considerarse que no cumple la legislación sobre la indumentaria si, por ejemplo, deja a la vista unos mechones de pelo o se estima que su ropa es demasiado colorida o demasiado ajustada. Son innumerables los casos de mujeres abofeteadas, golpeadas con palos e introducidas en furgones por la policía “moral” a causa de su vestimenta.

Sin embargo, el control del cuerpo de las mujeres no es prerrogativa exclusiva del Estado. La abusiva, discriminatoria y degradante legislación iraní sobre uso obligatorio del velo ha impulsado a matones y agentes parapoliciales a arrogarse la responsabilidad y el derecho de imponer los valores de la República Islámica, acosando y agrediendo a mujeres en público. Así, las mujeres y las niñas se topan a diario con desconocidos que las golpean y las rocían con gas pimienta, las llaman “putas” y las obligan a taparse por completo el cabello con el velo.

Un valiente movimiento en favor de los derechos de las mujeres

A lo largo de los últimos años, ha crecido cada vez más en Irán un movimiento de rechazo a las leyes del velo obligatorio, que ha llevado a mujeres y niñas a protagonizar valientes actos de desafío. Algunas aparecen en silencio en lugares públicos, agitando un asta con el velo atado a uno de sus extremos, mientras que otras comparten vídeos en los que aparecen caminando por la calle con el pelo al aire, un gesto que muchas personas daríamos por sentado.

A este movimiento se han unido, también, hombres y algunas mujeres que optan por llevar el hiyab. Se trata de un movimiento que defiende la libertad de elección, es decir, el derecho de las mujeres a decidir qué llevar sin temor a ser hostigadas, agredidas, amenazadas o encarceladas.

Nacho Velardi
Nacho Velardi
CEO y Redactor de Viajes, Medio ambiente y Deportes. Es creador de contenido en Ilusión Viajera. Además, trabaja en distintos blogs de viajes como Pueblos Asturianos y Viajar.

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