La tumba de una joven que vivió hace más de 1.300 años en Gran Bretaña sigue siendo un misterio para científicos e historiadores. Su sepultura, descubierta hace más de una década, contenía una cruz de oro y granate incrustada, y recientemente se ha logrado reconstruir su rostro.
Los restos de la adolescente anglosajona, desenterrada en 2012 al sur de Cambridge, presentaban varias incógnitas: ¿Cuál era su origen? ¿Por qué se le dio una sepultura en una cama, algo atípico para la época? ¿Y cómo murió? El Dr. Sam Leggett, bioarqueólogo de la Universidad de Edimburgo, expresó su satisfacción al poder ver el rostro de alguien a quien ha estudiado durante años y compartir su historia.
El misterio que rodea a esta joven sigue intrigando a los especialistas, quienes continúan investigando para desentrañar sus secretos.
Descubrir el pasado
Leggett y su equipo utilizan tecnología moderna para investigar el pasado de una joven que vivió en el siglo VII. Se ha revelado que probablemente viajó desde los Alpes del sur de Alemania a Inglaterra. La cruz ornamentada que llevaba indica que era una aristócrata, e incluso posiblemente de la realeza.
Además, se cree que fue una de las primeras convertidas al cristianismo de la época. La investigación en Trumpington y otros lugares similares en Inglaterra tiene como objetivo resaltar la importancia de las mujeres y las niñas en la sociedad altomedieval, en particular en la Iglesia cristiana. Esto muestra el poder y la relevancia que tenían en el siglo VII.
Recreación del rostro
El artista forense Hew Morrison ha creado una reconstrucción facial de una joven del siglo VII. Aunque el color de su pelo y de sus ojos sigue siendo una conjetura, Morrison pudo utilizar datos sobre la profundidad del tejido facial para imaginar sus rasgos. Esta reconstrucción ofrece al público una nueva forma de imaginar a la adolescente como una persona viva en lugar de como un enigma académico.
El objetivo principal de hacer esto es humanizarla y recordar que se trataba de una persona con esperanzas y sueños, que murió joven y que probablemente era especial pero también estaba enferma. Aún se desconoce por qué la joven fue enterrada cerca de Cambridge y qué significado tuvo el lugar en la época.
El campo donde se encontraron los restos probablemente formaba parte de un asentamiento, pero hay mucho que aún se desconoce sobre el siglo VII. El retrato de la adolescente y su cruz ornamentada se exhiben en el Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Cambridge en una exposición titulada ‘Bajo nuestros pies: arqueología de la región de Cambridge’.