Hallan cría de un extraño tiburón fantasma en la costa de Nueva Zelanda

Pequeño y de aspecto gelatinoso, científicos de Nueva Zelanda descubrieron a 1200 metros de profundidad, la cría de un tiburón fantasma, una especie de pez poco conocida que vive en las oscuras profundidades del océano. Poco se sabe sobre los tiburones fantasma, también conocidos como quimeras (chimaera).

Investigadores del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA), realizaron el descubrimiento de manera accidental mientras investigaban otras especies marinasEn realidad, no son tiburones propiamente dicho, pero están relacionados con ellos, ya que sus esqueletos consisten en cartílago en lugar de hueso.

Algunos ejemplares de tiburón fantasma habían sido registrados en vídeo por el Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI), un centro de investigación oceanográfica sin fines de lucro de Moss Landing, California, cuando un vehículo operado remotamente encontró uno accidentalmente en el Pacífico norte en 2016.

Cómo se produjo el hallazgo

Mientras científicos de NIWA realizaban una investigación en un área conocida como Chatham Rise, sobre el pez hoki (Macruronus magellanicus, también llamado merluza de cola de rata), durante una encuesta de arrastre sobre el lecho marino, frente a la costa este de la Isla Sur de Nueva Zelanda, atraparon una «quimera» recién nacida, que terminó en la red.

El Dr. Brit Finucci, uno de los investigadores que participó en el hallazgo dijo en el informe: «Pensé que era genial, otras personas en el barco no tanto». Luego agregó, «Supe de inmediato que era algo diferente con lo que generalmente no nos encontramos. Simplemente lo agarré y tomé un par de fotos que ahora se han difundido por todo Internet» (sic).

En una declaración a la BBC manifestó: «Las especies de aguas profundas son generalmente difíciles de encontrar y, como los tiburones fantasma en particular, tienden a ser bastante crípticas» (sic). Finalmente agregó: «Simplemente, no los vemos muy a menudo».

Existen cerca de 50 especies de la familia de los quimeriformes, un grupo de peces parientes a los tiburones y rayas, cuyo esqueleto está hecho de cartílagos en lugar de huesos. Encontrar un tiburón fantasma que acababa de salir del cascarón, lo convierte en un descubrimiento especialmente importante.

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Quimera o tiburón fantasma
Una quimera, o también conocido como tiburón fantasma | Fotografía de NOAA

Características del tiburón fantasma

Esta especie, que se sitúa entre un tiburón y una raya, ha sido bautizado como ‘Hydrolagus Trolli’, también son llamados pez rata, pez conejo, pez elefante o pez fantasma. Una de sus características es que, tienen cabezas grandes y ojos de gran tamaño en comparación con sus cuerpos. Se encuentran a grandes profundidades y los ejemplares jóvenes se hallan a diferente nivel de los adultos.

Tienen una apariencia gelatinosa y un primer desarrollo de su aleta dorsal. Las fotos del tiburón fantasma bebé mostraban aletas negras conectadas a un cuerpo de piel translúcida con una cola blanca tenue y ojos negros. Además, solo un análisis de ADN permitiría estar completamente seguros de que se trata de esa especie de tiburón, y no de otra.

Se calcula que este tipo de tiburones, se separaron hace unos 400 millones de años de los que conocemos comúnmente. Actualmente pertenecen a una clase llamada condrictios, de la cual forman parte rayas, peces sierra y distintas variedades de tiburones fantasma.

Según los científicos del NIWA, «los embriones se desarrollan en cápsulas de huevos colocadas en el fondo del mar, alimentándose hasta que están listos para eclosionar». Al respecto el Dr. Brit Finucci comentó: «Sabemos que este tiburón fantasma acaba de salir del cascarón porque tiene la barriga llena de yema de huevo. Es bastante asombroso. La mayoría de los tiburones fantasma de aguas profundas son especímenes adultos conocidos. Los neonatos se ven con poca frecuencia, por lo que sabemos muy poco sobre ellos»(sic).

Finalmente, a modo de corolario agregó: «Lo que sí sabemos tiende a provenir de los adultos grandes que generalmente miden entre un metro y un metro y medio de largo. Por lo tanto, encontrar uno que realmente se sienta en la palma de mi mano es increíblemente poco común» (sic).

José De Marco
Redactor de Actualidad. Es corresponsal de Pueblos Asturianos en Asturias y colaborador de Ilusión Viajera. Antes pasó por distintos diarios argentinos y medios locales como el Diario La Nación. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Buenos Aires.

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