Sabemos que Brasil tiene lugares increíblemente hermosos, desde la famosas Cataratas del Iguazú, en el sur, hasta el Parque Nacional Lençóis Maranhenses, al norte, las bellezas naturales se suceden sin solución de continuidad durante miles de kilómetros. En ese contexto, la «isla de las serpientes», parece ser, a primera vista, uno de esos paradisíacos lugares.
Sin embargo, tal como reza el viejo refrán «no todo lo que reluce es oro», y esta maravillosa isla esconde uno de los lugares más peligrosos del mundo (tal vez el número uno). Es que, por algo Ilha da Queimada es conocida como la isla de las cobras, un apodo apropiado, para uno de los parajes más hostiles del Planeta Tierra.
Características de la isla de las serpientes
Ubicada a casi 150 kilómetros de la ciudad de São Paulo, tiene una superficie de 430.000 metros cuadrados. La isla está bajo el cuidado de la organización ICMBio (Instituto Chico Mendes de Conservação da Biodiversidade), que administra 334 Áreas Protegidas federales, y tiene bajo su protección a la isla Queimada Grande, que se destaca por contener una curiosa biodiversidad.
La isla se caracteriza por ser el hogar de la jararaca ilhoa, una de las serpientes más venenosas del mundo, que convive con arañas, pájaros (en especial piqueros), insectos y lagartijas. Se cree que en la isla habitan entre 3000 y 4000 de estos ejemplares, también conocidos como víboras doradas de cabeza de lanza.
Éstas serpientes son terrestres, aunque tuvieron que adaptarse para trepar a los árboles, y así poder alimentarse de las aves migratorias, que utilizan la isla para descansar en sus desplazamientos. Entre 1909 y 1920 se construyó un faro, que en la actualidad es accionado automáticamente.
Características de las serpientes jararaca ilhoa
Los investigadores creen que la Jararaca-Ilhoa habita en la isla hace unos 11.000 años, cuando el nivel del mar subió, e Ilha da Queimada Grande quedó totalmente aislada del continente. Eso hizo que evolucionaran de manera diferente a sus congéneres, convirtiéndolas en las más mortíferas del planeta.
Se estima que, como mínimo, hay un ejemplar por metro cuadrado y solo quedan como máximo 4000 especímenes. Pueden medir hasta 70 centímetros y, la serpiente dorada de cabeza de lanza es responsable del 90% de los ataques de ofidios en Brasil.
Al habitar a nivel del suelo y no tener depredadores, se reprodujeron rápidamente, pero a la vez tampoco disponían de alimento suficiente. Es por eso que tuvieron que ir hacia arriba, en busca de las aves migratorias. Allí acechan a sus presas, las muerden y esperan que el veneno haga efecto para apoderarse de su víctima. Para ello, desarrollaron un veneno muy potente, que puede quintuplicar el de cualquier otra serpiente y hasta puede derretir la carne humana en contados minutos.
Queimada Grande, la isla prohibida
Desde 1985 está terminantemente prohibido visitar la «Isla de las Cobras», ya que, la picadura de uno de los ejemplares de la isla implica un siete por ciento de posibilidades de muerte. El veneno de la serpiente, puede acarrear insuficiencia renal, necrosis del tejido muscular, hemorragia cerebral y sangrado intestinal.
Solamente pueden acceder biólogos e investigadores, con el fin de estudiar las puntas de lanza doradas. Para ello, se les concede un permiso especial para visitar la isla. Además, miembros de la marina brasileña, concurren anualmente para realizar tareas de mantenimiento del faro.
Por estas razones, la isla de las serpientes, junto a la isla Sentinel, están consideradas las dos islas más peligrosas del mundo.