Un increíble descubrimiento, que revoluciona la paleontología, se realizó en el sur de China. Se halló un huevo de dinosaurio de entre 66 y 72 millones de años, en proceso de eclosión, al que llamaron «Baby Yingliang».
Como se realizó el descubrimiento
En la primera década del siglo XXI, fue hallado en las rocas del Cretácico de Ganzhou, un huevo que pertenece a un dinosaurio terópodo desdentado: el oviraptorosaurio. Junto a otros fue almacenado, pero nunca analizado o abierto.
La profesora Lida Xing de la Universidad de Geociencias de China aporta detalles sobre el origen de este espécimen, manifestando que, durante la construcción del Museo de Historia Natural de Yingliang Stone en la década de 2010, se «re descubrieron» los especímenes que permanecían olvidados.
Fue cuando el director de Yingliang Group, el Sr. Liang Liu, los adquirió y estudió, llegando a la conclusión que se trataba de huevos de dinosaurio. Ante una exhaustiva revisión, finalmente se descubrió el embrión escondido dentro de un huevo.
El estudio de este embrión, permitió comprender el vínculo entre los dinosaurios y los animales modernos. Esto, tal vez daría las pistas para hallar el eslabón perdido, que plantea la teoría de la evolución.
Características de «Baby Yingliang»
Los científicos coinciden en que, el Baby Yingliag, es el embrión de dinosaurio mejor conservado y más completo jamás encontrado. De acuerdo a lo publicado en la revista iScience por investigadores de EEUU, Canadá, Reino Unido y China, el embrión se encontraba en postura similar a la de las aves en eclosión.
Los oviraptorosaurios, poseían tres dedos en sus extremidades, y, a semejanza con las aves, sus huesos eran huecos, tenían plumas en sus brazos y picos. Si bien no podían volar, extendían sus plumas sobre el nido, para mantener calientes los huevos, lo que podría ser una evidencia, de que evolucionaron hasta convertirse en aves modernas.
La postura del espécimen, es similar a la de las aves. La espalda enroscada a lo largo del extremo del huevo, los pies a ambos lados y cabeza debajo del cuerpo. En la actualidad, las aves adoptan esta postura, llamada «remetimiento», que es lo que les ayuda a romper el cascarón.
¿Qué dicen los investigadores?
Fion Waisum Ma, un investigador de doctorado en paleobiología en la Universidad de Birmingham, especializado en la mecánica de alimentación de los oviraptorosaurios y sus parientes cercanos. Después de obtener una licenciatura en Geología y Ecología y Biodiversidad en la Universidad de Hong Kong, completó una Maestría en Paleontología en la Universidad de Edimburgo sobre la evolución del cráneo de los oviraptorosaurios en 2018, dijo:
«Los embriones de dinosaurios son algunos de los fósiles más raros y la mayoría de ellos están incompletos con los huesos dislocados. Estamos muy entusiasmados con el descubrimiento de ‘Baby Yingliang’. Se conserva en excelentes condiciones y nos ayuda a responder muchas preguntas sobre el crecimiento y la reproducción de los dinosaurios» (sic).
También manifiesta: «Es interesante ver este embrión de dinosaurio y un embrión de pollo posar de manera similar dentro del huevo, lo que posiblemente indica comportamientos similares antes de la eclosión» (sic).